La Argentina volvió a caer en el índice de corrupción de Transparencia Internacional. Durante todos los gobiernos kirchneristas el país descendió sostenidamente dejando un país destruido en lo económico, en lo social y también en lo institucional.
El mundo nos mira y cuando se hacen las cosas bien, lo valoran. Basta ver el periodo 2015/2019. El orden institucional y la transparencia influyen directamente en las inversiones.
A pesar de los avances de la justicia con la condena de Cristina Fernandez de Kirchner en Vialidad, la revocación de su sobreseimiento en la ruta del dinero K, aceptando a Bases como querellante. Es fundamental que los gobiernos marquen un rumbo claro en la lucha contra la corrupción.
El nuevo gobierno tiene la oportunidad histórica de revertir esta tendencia definitivamente. Solo así nos encauzaremos en la vía del desarrollo sustentable.